Hoy en día la medicina ha avanzado tanto que muchas veces no cuestionamos las causas por las que enfermamos.

Convertimos enfermedades en compañeras habituales de nuestro día a día. Es por eso que cuando aparece alguna dolencia por leve que sea, es habitual auto medicarse o acudir al médico en busca de ayuda. Esta reacción es cotidiana y necesaria en muchos casos, pero ¿por qué no pensar en las razones que nos han hecho enfermar para poder prevenirlas.

Este artículo intentará responder a esta pregunta, utilizando la hipótesis de que la enfermedad aparece como respuesta adaptativa a las necesidades que no podemos resolver  emocionalmente. En otras palabras, cuando aparece el conflicto emocional y no sabemos cómo resolverlo, el inconsciente busca una vía alternativa de generar una solución, construyendo lo que entendemos como “síntoma”.

Cualquier tensión emocional mantenida, como son la ira, la ansiedad o la tristeza no solo afectará a nuestro estado de ánimo, sino que también provocará cambios a nivel físico en nuestro cuerpo, es decir produce un bloqueo y se enquista; así por  ejemplo puede aparecer un dolor abdominal sin una causa aparente. Nuestro cuerpo envía mensajes de auxilio, como son los “dolores de cabeza emocionales”.  Estas señales de alarma  indican que debemos hacer una parada y replantear  el funcionamiento de nuestro estilo de vida cotidiano.

Aquí aparece uno de los problemas a los que nos enfrentamos, ya que lo que nos han enseñado es a combatir el síntoma, no a entender la enfermedad desde su verdadera causa. Por eso nuestra propuesta es hacer un proceso de mayor comprensión de la situación problema/conflicto, para aprender a digerirlo emocionalmente a través de su expresión verbal. Así, se facilitan herramientas de intervención propia para el futuro. Trabajando con el nivel de intervención de mayor eficacia: la primaria, que actúa en el primer escalafón de la cadena, y posibilita la prevención a largo plazo.

En definitiva en vez de tomar un analgésico para aliviar el dolor poder preguntarnos que está sucediendo.

Si se facilita una solución concreta y consciente al conflicto, evitaremos la aparición de los síntomas y de cuadros clínicos más complejos. Esta es la respuesta y la intervención que ofrecemos los psicólogos de Espaziopsicoterapia. Trabajando con la palabra como herramienta para la cura de las personas, y como vehículo facilitador de conflictos.

Este proceso al que sentimos con  malestar  y llamamos enfermedad, se produce sin que nos demos cuenta. Es de naturaleza reversible en la mayor parte de los cuadros clínicos que vemos, y su curación es accesible si se realiza el acompañado de psicólogos cualificados.

Este artículo no pretende responsabilizar a las personas de enfermarse, (entendemos que la enfermedad se produce de forma inconsciente), si no abrir nuevas alternativas de hacer frente a conflictos que aparecen en la vida de todos nosotros. Si aprendemos más, y somos más conscientes de nosotros mismos, habrá menos enfermedad en nuestras vidas.