La luz del apagón

Las causas, los motivos de -ser- podrían guardar cierto parecido con las luces: a veces iluminan tanto que ciegan lo demás, a veces son tenues sin poder alumbrar más allá de este instante. A veces calientan, otras queman, y en ocasiones no llegan a dar el candor necesario. Visto así, la vida podríamos imaginarla como un juego de luces…

Mendigaba abundancia

Padecía una terrible sed de distinción, de afecto o de atención en cualquiera de sus formas. En ella se hacía de carne y hueso la popular expresión – un pozo sin fondo -. Parecía como si en el origen de todos sus movimientos hubiera una terrible penuria que acallaba a base de cubos de indulgencia. Indulgencia, compasión que le hacía sentirse en otro lugar más venerable…